miércoles, 9 de mayo de 2012

El color


La fidelidad del color en su pantalla o impresora


Es importante tener en cuenta que los colores que se ven en pantalla no son los colores que se imprimen.

Para poder ver un color Pantone® existen las guias de color cerfiicadas Pantone®.

Colores Pantone

Para poder ver una simulación de una impresión en cmyk debe solicitar una prueba de color (fidelidad variable según el soporte final sobre el que se va a imprimir).

Para poder tener una cierta fidelidad en el color debe cumplir unos requisitos mínimos:
- El monitor debe estar perfectamente calibrado por hardware con un colorimetro o espectofotómetro y un software especial.
- El ajuste del software desde el que se visualiza la prueba (acrobat, photoshop, etc.).
- La impresora debe estar calibrada y utilizar un rip que procese el color correctamente.

La mejor solución para calibrar su equipo con la imprenta con la que trabaja normalmente es utilizar un trabajo ya realizado y ajustar el brillo y contraste, el tono y el color (R, G, B) del monitor colocando la muestra ya impresa junto al monitor y reajustando los parámetros del mismo para que se vea lo más similar posible (se ha de tener en cuenta también la iluminación de la habitación donde se trabaja).

Se ha de tener en cuenta que la forma de crear los colores en un monitor no es la misma que sobre un impreso. El monitor sin color (apagado) es NEGRO, mientras que el papel sin imprimir (apagado) es blanco.

Una prueba de color impresa se hace para simular el resultado de un trabajo en una máquina de imprimir. Debido a las diferencias técnicas, tintas, tipo de papel, etc entre la máquina que realiza la prueba y la máquina que imprime el trabajo final no es posible garantizar que la prueba sea 100% fiable. Por lo que es normal que hayan variaciones de color siendo ésta mayor en función del papel de impresión y el de la prueba.
Si el trabajo incluye impresión en pantones la fidelidad del color es solo aproximada y para ello se mirará en una guia oficial de color pantone.

Una prueba de color electrónica (pdf ó jpg) no es fiable en cuanto a color, por lo que solo debe tenerse en cuenta como algo aproximado. El nivel de fidelidad del color visualizado depende de muchos factores. Entre ellos: la calibración del monitor y del software de visualización. Si necesita una prueba más aproximada es necesaria la visualización de una prueba impresa.

Más trucos para enviar archivos grandes

Artículo extraído de http://www.genbeta.com.


En ocasiones necesitamos enviar un archivo de un tamaño que es excesivo para hacerlo por correo electrónico, por lo que necesitamos otras alternativas. Servicios que nos permiten subir archivos, en ocasiones de forma temporal, para compartirlos. En ambos casos debemos tener en cuenta que necesitamos un buen ancho de banda de subida si el tamaño del archivo es grande y tardará más o menos en subir al servicio que hemos elegido en función de dicho parámetro. Vamos a ver cinco servicios para enviar grandes archivos de forma cómoda.

En ocasiones es preferible utilizar este tipo de servicios para no saturar nuestros buzones de correo, porque el tamaño de nuestro archivo excede lo que podemos enviar. Podemos usar también discos duros virtuales, como Dropbox, SkyDrive (Disco virtual de Hotmail = Microsoft) o Google Drive, pero en ocasiones las velocidades de estos servicios en las descargas no compensan, aunque los clientes de escritorio pueden compensar la subida. Vamos a ver que otras alternativas tenemos disponibles.


Cinco servicios para compartir grandes archivos




Large document es un servicio en inglés que se encuentra todavía en fase beta. Permite subir archivos de hasta 2 GB si tu equipo funciona con sistema operativo de 32 bits y hasta 8 GB si lo hace a 64 bits. No necesita registro previo y una vez subido el archivo nos genera un enlace para compartir que estará disponible durante dos semanas. Podemos utilizarlo conjuntamente con Gmail gracias a Labs y también está disponible en Android.

FileDropper nos facilita compartir archivos de hasta 5 GB sin necesidad de registro. En inglés. Basta con subir los archivos al servicio para que nos genere el enlace para poder compartirlo. Dispone de versiones de pago que nos permiten subir archivos de hasta 50 y 250 GB dependiendo de la opción elegida. Los archivos se mantienen en el servicio hasta que pasen 30 días consecutivos sin que nadie haya descargado los mismos.

DropSend es otro servicio en inglés que nos permite enviar archivos de hasta 2 GB en su plan gratuito con un límite de cinco envíos por mes. Incorpora la posibilidad de cifrado AES-256 bit y dispone de clientes de escritorio para Windows y Mac, complementos para Outlook y una aplicación para iPhone. Está más orientado hacia el mundo de la empresa que para el usuario general.

FileTea es un servicio, también en inglés, muy interesante puesto que no tiene límite de tamaño de archivos. Simplemente lo que hace es facilitar la comunicación entre el equipo que va a transferir los archivos y el receptor. Además basta con arrastrar y soltar los archivos en su interfaz para empezar a compartirlos, puesto que en este momento ya nos genera un enlace al archivo para enviar a aquellos con los que queremos compartir los archivos.



Wetransfer es un servicio en castellano que nos recomiendan en Genbeta Respuestas, y lo cierto es que funciona muy bien. Nos permite subir archivos de hasta 2 GB y no necesita registro. Está disponible también en español, lo que puede ser un plus, si la persona a la que debemos enviar el archivo no está familiarizado con el inglés y puede que le cueste saber dónde tiene que enlazar o seguir las instrucciones para descargarse el archivo de otros servicios.


Carpetas compartidas en discos duros virtuales



Además de estos servicios siempre podemos compartir desde los discos duros virtuales. Aunque cada uno tiene características distintas, en este caso vamos a ver las funcionalidades de tres de los más populares. Personalmente, aunque me parece cómodo no acaban de convencerme las velocidades de descarga que tienen, en la mayoría de los casos más lentas que los servicios específicos para el envío de grandes archivos.

Dropbox nos permite subir archivos de cualquier tamaño. El límite lo pone el espacio que tengamos en red, de serie en la cuenta gratuita 2 GB. Podemos compartir carpetas, ya sea de forma pública o privada, y también crear enlaces directamente a archivos, independientemente de que estén en estas carpetas o no.

Google Drive nos ofrece similares características a Dropbox. Quizás el aspecto que más destacaría es la flexibilidad a la hora de compartir los archivos que hemos subido a la red. Las posibilidades son muy grandes y fáciles de utilizar, además en el caso de documentos editables podemos establecer un sistema de permisos para que los puedan modificar, o sólo consultar, entre otras opciones.

SkyDrive es similar al los dos casos anteriores. Reúne toda la flexibilidad de Google Drive pero tiene un límite en el tamaño de archivos de 2 GB, por lo que nos se aprovecha tanto su mayor capacidad de almacenamiento, 25 GB para los usuarios más veteranos y 7 para el resto. Una característica que tiene y me gusta bastante es la posibilidad de incrustar una carpeta o un documento en una página, lo que nos puede ser muy útil en determinadas ocasiones.

De este tipo de servicios para subir grandes archivos existen muchas opciones para utilizar. Cada uno tiene características distintas, pero creo que ninguno de ellos merece realmente la pena si no disponemos de una buena velocidad de subida a la red, el punto débil en muchas ocasiones para transferir grandes archivos.